Ayer

Ayer, lunes 13 de enero del año en curso, una fecha un poco atravesada para el inicio de la jornada laboral luego de unas tranquilas y frías vacaciones. Ese lunes, ayer, contra todo pronóstico me levanté temprano, me bañe, me vestí, prepare el desayuno, me cepille y hasta me maquille todo esto justo a tiempo para irme al trabajo en metro... y saben lo que eso implica!

Como consecuencia llegue temprano a mi trabajo y, por primera vez en unos cuantos meses, no sentí pesar, tampoco estoy de las mil maravillas, si por mi fuera estuviese en otro lado haciendo otra cosa, y ese es el punto... Antes de ayer entendí que lo que tengo o dejo de tener es por mí, depende de mi y de mas nadie; el tiempo que tarde entre este presente y el día que alcance mis sueños depende de cuanto tiempo me tome en aplicar lo que dos ayer atrás descubrí... y ese tiempo empezó ayer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pascua de resurrección

Relación entre la victoria privada y la victoria pública

Los ángeles también tienen cola